Voy a intentar desgranar este concepto que empieza a sonar con fuerza: la seguridad como utility. Recuerdo cuando en mi empresa llegó la primera oferta de fotocopiadoras ubicadas en la oficina y por las que pagabas únicamente al utilizarlas: x céntimos de euro por copia realizada. Entonces esto nos pareció toda una revolución. Hoy en día nos hemos acostumbrado a esta práctica en muchos otros ámbitos en los que antes habría sido impensable. La idea es simple y fulminante: paga solo por lo que uses, tus costes fijos se convertirán en variables.

Alguna vez he oído explicar las bondades de esta tendencia con el claro ejemplo de la música. Antes, para poder escuchar una canción de tu grupo favorito, tenías que comprar todo el disco que, en ocasiones, no era tan “redondo” como la canción que te gustaba. Ahora, simplemente tienes que acceder a alguna de las plataformas como Spotify o ITunes y escuchar el disco entero antes de decidir si lo quieres o si únicamente vas a comprar esa canción: pago por uso en estado puro.

En el ámbito tecnológico asistimos a un momento en el que las organizaciones se encuentran ante la necesidad de contar con la tecnología para poder ser competitivos en sus negocios con la problemática añadida de securizar sus activos de manera óptima. En un entorno en el que la información y los datos son los activos más importantes y estos se almacenan en múltiples dispositivos de los que, de alguna manera, las empresas han perdido el control, se hace imprescindible contar con soluciones de seguridad que les garanticen que pueden mantener sus datos seguros y bajo control, pero, ¿a qué precio?

Todo esto ha propiciado una enorme oportunidad para unos actores fundamentales en este ámbito: aquellos que se dedican a implantar los sistemas de seguridad en las empresas. La oportunidad para ellos es clara: contar con la mejor tecnología que ofrecer a sus clientes, con las soluciones más punteras, sin tener que invertir en estructuras demasiado pesadas y externalizando o “variabilizando” sus gastos. Así, ellos no asumen el riesgo de “comprar” soluciones para luego venderlas. Simplemente pagan por el uso que ellos efectúen de las mismas, gravándoles a sus clientes cuotas por la utilización de los servicios de seguridad, protección y control de sus sistemas y datos.

Democratizar la seguridad

Bajo esta premisa Sophos ideó su solución MSP de pago por uso. El planteamiento es sencillo y por ello definitivo: contar con las soluciones de seguridad más avanzadas y punteras del mercado entregadas a través de un modelo empresarial que permite a nuestro canal de distribución ofrecerlas de manera fácil y rentable como servicios a medida.

El canal se beneficia de seguir ofreciendo la mejor seguridad sin riesgos ya que paga por el consumo que realiza, sin compromisos por adelantado eliminando los riesgos. Así se elimina la problemática de pagar por licencias, actualizaciones y soporte técnico, haciéndolo únicamente por lo que consume. Un sistema directo y sencillo. Los precios se calculan por usuario al mes, por lo que no supone ningún problema ni ningún riesgo, por ejemplo, activar servicios a mitad de mes.

Sus clientes salen ganando ya que podrán contar con lo último en seguridad, protección de datos y control de sus dispositivos móviles siempre que lo quieran, en cualquier momento. Al hacerlo a través de un fabricante como Sophos, se aseguran de que, las tecnologías, que están diseñadas para trabajar de manera conjunta, simplemente funcionan.

Estas son las claras ventajas de un servicio en auge, la seguridad como utility ya es un hecho y Sophos ya la ha puesto en práctica. ¿Qué opinas tú? ¿estás a favor o en contra del pago por uso en seguridad informática? Espero tus comentarios aquí o a través de Twitter

 

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